BLA BLA

lunes, 19 de septiembre de 2011

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Son casi las siete de la mañana y estoy aquí, tirada en mi cama, pensando en nada más, viendo las manchas y rayones que tiene el techo.
Decidí no dormir y dedicar esta noche a mi nombre y simplemente respirar. Dedicar sin más preámbulos al color blanco de la vida y cantar temas sinfónicos para limpiar mis cejas.

Cierro un ojo y quedo tuerta completamente: es ver todo a medias, notar que todo el espacio que me rodea esta cubierto sin completar, me pongo de guata y observo la bajeza de mi cama
como una fruta calada.
Y luego, nuevamente, mis ojos bien abiertos, decido pararme, voy a la pared, y me miro, pero todo sigue igual, solo que estoy frente a una mujer por la mitad.

No tuto.

Los pájaros empiezan a cantar, y yo perdí el hilo de las sinfonías, se me acabó la batería, así que me daré media vuelta y roncaré, sin burlar un ojo para ver la mitad, yo tengo unos ojos preciosos, y los compartiré conmigo esta vez.

despertar, despertar...



Buenos días.











lunes, 5 de septiembre de 2011

Diet

Vi la mesa llena de porquerías y me dio hambre.
Durante días no dije nada, para qué, si todo aquí es tan igual, así: siempre lo mismo, al mismo ritmo.
Cada boca produce el mismo aliento, incluso el mío. Pero yo tenía más hambre que nadie.
Y esperé, esperé que las porquerías se insinuaran, para que tú te levantaras de la mesa, me tomaras la atención y volvieras a pedirme disculpas, para qué, si aún tengo hambre.
Me como una manzana, me tomo una sopa de verduras, tomo un vaso de leche- eso me toca los días lunes- para qué tanta palabra, tanta condición, tanta porquería sobre la mesa, si tengo hambre de todos, hambre de mandarlos a comerse una torta, así, como hoy.

domingo, 4 de septiembre de 2011

To -Z,4z-z

Hay una cosa que deseo.
Hay una cosa sin la cual mi felicidad en este mundo parece imposible.

Yo no he nacido para vivir sola, tengo que tener a alguien conmigo
y enamorarme, y ser amada.

Mis recuerdos se apiñan en mi propio alfabeto secreto.
Ciertamente, nadie a adorado a otros como yo a ella.

Yo puedo vivir de la esperanza.
No puedo dudar del amor de alguien que ha esperado tanto con paciencia.
Voy a ser constante y nunca sentiré deseo por nadie más.

A. Lister, 1820 ( Halifax, West Yorkshire)





a) He decidido vestir siempre de negro, para liberarme de la tiranía de la moda.
b) Tal es nuestra naturaleza imperfecta, que la disipación puede resultar más eficaz que la reflexión.
c) Creo que un tinte de romance lo hace a una más agradable.

sábado, 3 de septiembre de 2011

I

Llegué corriendo

y abrí las ventanas

Miré al cielo

para ver si te encontraba volando

pero no te vi.

Me di vuelta

y te veo en el suelo

sin alas

sin sombra

sin cuerpo

sin sed

sin hambre

sin sexo

sin nombre

pero estabas volando