B: Quiero un revolver y andar en carruceles de mierda con la música rompiéndome las sienes, contando de dos en dos la entrada perfecta y volver a introducir mis manos en el juego.
T: En calles friolentas se remojan los escombros pudoros del sexo en postes y paraderos. No hay por qué andar, rasquémonos el pelo y volarán las palabras de lo no cierto.
B: Se me quedaron las llaves de la recámara, no llorar más. Ponte de espaldas y empieza a rezar porque en este lugar los tacos dejarán de sonar. Que no se te olvide ponerte mucho labial.
T: Sábanas de cloro en sudoración, las invitaciones se avecinan, te mueves tú o simplemente me voy yo.
B: Me gustan los cuadros mostrando la crudeza de tus labios putescos. Si lo haces detendré el gancho y las vueltas tendrás fin.
T: Sumatorias, como quieras.
B: Treinta muinutos pasaron y no recibo palabras de ti, tú y tus indiferencias, de verdad las odio. Me bajan una y otra vez las mismas canciones en lágrimas. Me voy de aquí.
T: Es una ejercicio de terapia, idiota.
1 comentario:
te hago una crítica similar a la anterior, no coloques tantas referencias con tanta sonoridad en cuanto al mismo tema, porque temrina por apestar, yo hago lo mismo muchas veces, releyendo el texto una y otra vez se pueden suprimir o cambiar algunas partes, si el texto tiene mucha potencia esta tiene a anularse, anda moderandola a lo largo del escrito.
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