No le interesa la búsqueda de querer enojarse- creo que no es necesario- Eso medita ella, sentada y cagada de frío, con los dedos gordos congelados y el traste partido en cansancio.
Nace una notoria evidencia, con tono escueto al sonar sus huesos frívolos - siento que uno ya no se enoja porque es la costumbre la que amerita la cuestión del ser cortante o ser pesada o no " pescarte" o no ser contigo y la hueá y la concha de su madre. - Observa eso cuando va al baño y defeca llantos secos de suma pudrición latente producto del vacío corporal que le genera su puto trabajo.
Y se va, mejor así.
Sí, así como así
1 comentario:
Defecar una cuantas cosas y a unos cuantos. No es mala idea. Siempre se siente más alivio después.
besitos
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