Lo que baja de la luz
hacia movimientos circulares,
duros e incapaces de sostener
hasta la más verde colina,
fantasías crepusculares o no sé,
una picardía envuelta en un pañuelo gris
que me atrae, que te atrae, que tenemos.
Puede ser el suelo sin aliento y resfriado,
quizás sin entradas ni desvíos.
O lo más seguro: son las ventanas abiertas,
con el viento de amigo, con las aves llorando.
Con los niños en carrucel , los ancianos de bastón.
Y el resto.
A las afueras del sol, dibujamos al tren
que anda sin hablar,
girando en estaciones de sentimientos colgantes,
Y bajan ululando viejos sueños por donde atraviesa su figura.
Puede ser el observar con aumento invisible,
cerramos un ojo ilusionando el nuevo tango,
el nuevo valls.
Los nuevos rieles del amor.
El ojo desnudo, en cambio, nos revela
que en realidad sólo es una sonrisa
provocada por tocar horas y horas
el anillo de compromiso.
2 comentarios:
me gustó ^^, enrealidad esta muy lindo :D
Trasmites tu alma cuando escribes
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