BLA BLA

sábado, 16 de mayo de 2009

Retrato en banca (1994)

Empezaba a oscurecer. Tardes refrescantes de Junio, donde aún no caía ni una sola gota de llanto celestial, esa brisa perfecta, un néctar lo llamo yo, me apaciguaba los malestares y no me dejaban regresar a casa, por lo tanto, siempre que venía del trabajo me sentaba en una banca barroco y prendía un cigarrillo; paisajes coloridos, los adultos con sus chaquetas y niños con pasa montañas, los pájaros ya volaban su dirección de sueño para iniciar un día como el de hoy.

Mientras sacaba el cigarrillo de mis labios, noté que al frente al humo sacado, había una silueta que se me acercaba. Era una muchacha que tenía su cara de interrogación puesta en mi humanidad descansada, sinceramente me puso muy nervioso y provocó un alto grado de timidez, lo que nunca llevo conmigo. Al acercarse más y más, mis manos comenzaron a temblar y se congelaron, traté de hacerme el tonto con su existencia y volteé mi cuerpo para un costado. En un instante sentí una presión que me forzó a volver a mi posición original y cuando lo hice, estaba ella, se sentó a mi lado, sacó un cigarrillo de su cartera ( yo la miraba atentamente, pero siempre nervioso y frío), comenzó a hacerme un ademán con sus dedos, agitándolos al frente de su cigarrillo en sus labios, deseaba que le prestara mi encendedor.

Mientras ella esperaba mi acto generoso, mi corazón agudizaba unos pasos bastantes rápidos, lo que hacía que hiciera las cosas con más nervios y torpes. Buscaba mi encendedor en mis bolsillos y no lo hallaba, mis manos comenzaban a sudar, miré a todos lados y logré ver y verificar que mi objeto buscado se encontraba en el suelo, debajo de donde ella estaba sentada; apunté con mi índice y le señalé que estaba debajo de ella, fui cortés y le pedí permiso con mis manos, pero ella porfía mi permiso y se agachó junto conmigo para recoger el encendedor. Al acto de recogerlo, nuestras manos rozaron un aliento doloroso, me dio miedo, y recogí mis dedos, ella tomó el encendedor y al volver a sentarnos su cigarrillo ya lo había prendido, porque cuando yo volví a acomodarme a la banca me lanzó el humo el la cara (desubicada), claro que no hice ni gesto de molestia, al contrario, ahí recién me dediqué a analizarla: ojos tristes, cara pálida, labios carnosos, pelo largo, su contextura era delgadísima, pero bellísima. Noté que me atraía su silencio, y para no arruinar nada yo también no quise decirle nada. Un cigarrillo saqué de mi chaqueta, le hice el mismo ademán que ella hizo conmigo en un principio, pero ella de nuevo me porfió y prendió el mío.

La noche se hacía presente y ambos permanecíamos ahí como dos mimos, no hubo comunicación oral, al pasar las horas hacía frío, ella hizo un gesto de temblor con su cuerpo, yo me saqué la chaqueta y se la presté. Ella por su parte me la rechazó, pero tomó mi brazo y se lo puso alrededor de su espalda, eso me hizo sentir agradable, todo era perfecto, sin habla, una especie de mundo maravilloso habíamos creado y yo ya no estaba nervioso. Pero tuve que reaccionar a eso de las once con cuarenta y le indiqué que tenía que marcharme.

Pude lograr ver la mitad de su rostro que se desintegraba en llanto silencioso, y no pude irme, de hecho no quería, sentía estar pegado por esta extraña que gracias al silencio espontáneo ya no lo era, me quedé con ella. La luna nos alumbraba con su cuerpo, mis ojos y los de ellas se achicaban, el viento pausado nos acariciaba hasta que nos quedamos completamente dormidos.

Una bocina brusca me despertó, era la de los bomberos, me indicaban que ya era medio día, cuando abrí mis ojos completamente, no había nadie a mi lado, la verdad, quedé extrañadísimo y preocupado ¿me deja solo después de haberme insinuado que no me fuera?, me molesté por unos segundos, pero al mirar desconcertado hacia la multitud, al punto exacto de donde ella se me había acercado el día de ayer, vi que en la banca de algunos metros al frente de la mía estaba ella. Me paré bruscamente y corrí hacia allá, pero cuando llegué, todo mi cuerpo y mente dejaron de reaccionar.

Se trataba de una escultura de bronce hecha sobre una banca, definitivamente era ella, su pelo, su delgadez, sus ojos, y la posición que tenía era fumando un cigarrillo, con su cara débil y triste. Me causó dolor e irritación, no obstante, aseguraba que lo de ayer no fue un sueño, fue el poder de la tarde refrescante que trajo a esta mujer hacia mí, mi encendedor ordinario me comunicó con ella, lo sé, si hubiera sido de carne y hueso quizá en estos momentos recién estaríamos hablando, pero puedo decir que ya no sería lo mismo. Me senté al lado de ella y toqué su cuerpo duro y frío, y vi que en su chaqueta decía “No hace falta hablar, no hace falta ser como los demás para querer demostrar que se puede amar. Clarís Soubercaseaux 1887”

Se su nombre, que hasta el día de hoy no lo he olvidado, aunque no supe como fue ella, de donde vino, que fue de su vida. Fue el comienzo de mi primer amor.

No hace falta hablar.

6 comentarios:

wings_for_marie dijo...

me gusto bastante, sigo viendo q avanzas mas y mas, pero no puedo dejar de sentir que te sobran o faltan comas, frases donde no van o cosas asi, pero errores tontos, y se arreglan muy facil, pero tu no me haces caso.

1 leer mas, y no tonteras de vampiros o magos, literatura de verdad, sino no avanzas mucho.

2 lee varias veces las cosas antes de subirlas, asi encuentras tu misma los errores, apenas terminar de escreibir algo te parece q esta perfecto y a mi me pasa =, pero si lo lees una segunda vez demas algo le encuentras, una segunda algo mas y asi, pasan meses y lo puedes corregir aun mas, asi es :P

saludos cono

Unknown dijo...

Me gusto lo que escribiste aunque en algunas partes te equivocaste con ortografia pero eso es lo de menos, lo importante es escribir y con respecto, a lo que te postearon anteriormente la verdad q discrepo, siempre es bueno leer de todo un poco, es verdad quizas no avances mucho pero igual te sirve, todo sirve para bien o para mal, yo como te dije e leido mucho pero nunca lo suficiente para decir q algunos libros q he leido no me han servido, creo que aunque tengan poco aporte aun lo tienen y ese es el valor que se debe impregnar en ti, no importa lo que leas no importa cuanto leas lo importante es q la lectura no te cambie la esencia q realmente llevas... suele pasar eso que empiezas a mirar a la gente como ignorante y si es verdad mucha gente lo es, pero por muy cabecitas de aguas q sean igual aportaran en tu vida quizas como un mal ejemplo para no seguir ese mismo camino, lo mismo pasa con los libros...

wings_for_marie dijo...

postme mi cosa pos
opinando algo
nos vimos cono
por otra chela :P

Anónimo dijo...

pase por mi blog a recoger su premio!

» Flotar es caer ♥ dijo...

Que hermoso el texto, me encanto, esta demasiado hermoso *--*! amé tu forma de escribir *-*! Me encantaron las frases que salen en el texto *-*! son tan ciertas!

Te adoro mi Cony :) Cuidate mucho si ^^

Nadie dijo...

Ese escrito, yo lo leí y la banca llegó a mí *-* Extraño a mi Hermani, el tiempo casi ni alcanza, pero ya para nosotras estaremos. ¡Oyeeee! ¿Escribamos un ratito?
Te amu, siempre.